miércoles, 17 de marzo de 2010

LA DISTRUBUCIÓN DE LA RIQUEZA

¿Saben cuánto hizo de utilidades el Banco BBVA Continental los últimos años? El 2006 cerró con una Utilidad Neta de 488 millones de soles. El 2007 logró 593 millones de soles. En el 2008 su Utilidad Neta fue de 724 millones de soles, y a setiembre del 2009 ya registraba 728 millones de soles de Utilidad Neta, esto es, después del pago del impuesto a la renta y de deducir la participación de sus trabajadores. El Banco de Crédito, por su parte, por mencionar a dos de las instituciones financieras de más fácil recordación, registró 662 millones de soles de Utilidad Neta el 2006, 883 millones de soles el 2007, 1,335 millones de soles el 2008, y ya llevaba 539 millones de soles de Utilidad Neta a junio del 2009. Y así, sin hacer mucha bulla, casi subrepticiamente, las pocas familias propietarias de estos bancos se embolsican multimillonarias utilidades a costa de los sufridos y empobrecidos usuarios. Porque no son a las grandes empresas mineras o pesqueras, por lo general propiedad de los mismos propietarios de los bancos, a los que les exprimen los bolsillos. No. A ellos les aplican “tasas preferenciales” para sus préstamos y les pagan tasas de interés mayores que al promedio de sus depositantes, pues, por lo general son depósitos de cifras millonarias que “ameritan ese trato preferencial”. A usted, a mí y a cualquier hijo de vecino, sin embargo, nos esquilman cuando, por necesidad, tenemos que pasar por sus angurrientas fauces.
¿Cómo no van a hacer esas increíbles y fabulosas utilidades si abonan intereses ridículos por el dinero que depositamos en sus arcas, generalmente entre el 3 y el 4 por ciento anual, pero cuando les pedimos un préstamo nos aplican tasas mayores al 50% anual? ¿No me creen?
En marzo del 2009 el Continental me ofreció un préstamo de 1,700 soles al que me había hecho acreedor (¡Suerte la mía!) por estar adscrito al Programa “Mundo Sueldo”. Como uno anda siempre ajustado con sus gastos, lo tomé. Especialmente porque la tasa del 22,9% anual que me ofrecían me parecía adecuada. Con esa tasa de interés resultaban pagos de 65,68 soles durante los 35 meses del plazo concedido para la amortización. Sin embargo, el Continental me viene cobrando mensualidades de 85,48 soles (ya llevo pagadas doce de estas mensualidades). Claro, veinte soles más por mes, dirán, ni se sienten… Pero estos pagos por un préstamo de 1,700 soles implican que la tasa de interés efectiva que se me viene aplicando por este préstamo no sea ya el 22,9% anual ofrecido, sino 51,82% anual.
¿Y cómo así me cobran esos 20 soles adicionales? Con la treta de las famosas “comisiones” con las que estas instituciones camuflan la aplicación de sobretasas a sus operaciones, sacándole la vuelta a la transparencia que la ley les exige. Me cobran mensualmente 6,50 soles por comisión “Gen.” que no tengo idea a qué corresponde. Otros 3,50 soles mensuales por comisión “Env.” que supongo que debe referirse al envío de los avisos de vencimiento a mi domicilio (los que, la verdad, no puedo asegurar que me estén llegando) y, finalmente, otros 10 soles de comisión “Cobr.” que intuyo que debe ser de “Cobranza”, no obstante que no son ellos quienes van a mi domicilio a cobrarme sino que tengo que ser yo quien se sople mensualmente la cola en la ventanilla para cumplir con mis pagos.
Mientras el gobierno, a través de sus instituciones pertinentes, como la Superintendencia de Banca y Seguros, el Ministerio de Economía y Finanzas, la Defensoría del Pueblo, etc., no corrija estas deformaciones del sistema, los ricos seguirán siendo cada vez más ricos, y, lógicamente, los pobres seguiremos siendo igualmente cada vez más pobres.

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