jueves, 15 de noviembre de 2012

EL ASTRÓLOGO

En la edición impresa de “El Comercio” de hoy, jueves 15 de noviembre del 2012, se publica una crónica sobre el astrólogo peruano Rubén Jungbluth (Lima, 25 de noviembre de 1951). Al leer sus respuestas a la entrevista que le hace el periodista Juan Aurelio Arévalo no he podido menos que recordar a esos médicos que cuando no aciertan con precisión sobre un diagnóstico recurren al manoseado expediente de atribuir los síntomas de la dolencia a “alergias”, “nervios” o, ahora último, al “estrés”. En el caso del astrólogo, su comodín son “los eclipses”. Entre las afirmaciones más curiosas expresadas por quien asesorara a Fujimori durante su gobierno –a pesar que él lo niega señalando que lo que ha hecho es “acercar sugerencias” a algunas autoridades desde 1985- está la de relacionar el éxito personal con la hora en que nacen los descendientes de determinada persona. Lo cual, por cierto, desde mi punto de apreciación personal, me parece algo disparatado, por decir lo menos. Según manifiesta Jungbluth, él le sugirió a Alan García que juramentara la Presidencia de la República en 1985 al mediodía, consiguiendo su aceptación. Lo usual era hacerlo a las 4 de la tarde. Y le atribuye el desastre de su primer gobierno y su derrota en las elecciones del 2001, a que su hijo Alan Raúl llegó al mundo en la medianoche del 18 de febrero de 1988. Reafirma este fatalismo atribuyéndole la derrota de Sarkozy a que seis meses antes de las elecciones nació su hijo… ¡de noche! Imagino una escena en la habitación de una clínica local: -Señor Ramírez, hay que llevar a su esposa a la sala de partos. Tiene contracciones largas e intensas cada dos minutos -Pero doctor, son las 2 de la madrugada -¿Y eso que tiene que ver, señor Ramírez? El bebe está por nacer -Es que mañana me dan el resultado de mi postulación a un ascenso en la empresa -¿? ¿Y dónde entra lo de los eclipses? Jungbluth afirma que hizo juramentar a Fujimori en el año 1990 a las 12 con 50 minutos, deslizando sutilmente la idea que este hecho fue el que propició su exitoso primer período de gobierno. Sin embargo, poniendo el parche antes de que aparezca el chupo, sentencia “pero cerró el Congreso de noche y eso trajo problemas”. O sea que no se trata solo de la hora de los nacimientos sino también la hora de los actos. Para el año 1995 le propuso juramentar entre las 11:14 y las 11:30 de la mañana. Fujimori juramentó a las 11:17 a.m. Conociendo el nefasto desenlace de su segundo período el periodista le inquiere acerca de lo que pasó, y Jungbluth manifiesta que en el 2000 aconsejó a Fujimori juramentar entre las 10:21 y las 10:26 de la mañana. Haciéndole caso, el ex dictador y ahora presidiario lo hizo a las 10:58 de la mañana. Pero, y aquí –como siempre- los inevitables peros, dos días más tarde, el 30 de julio, hubo un eclipse de sol que fue el que marcó su caída. Tal vez, digo, Jungbluth debió haber previsto esto y recomendar que la juramentación se postergara para el 31 de julio. Total, en aquella época, Fujimori hacía lo que le venía en gana, y los eclipses de sol no se presentan súbitamente, siendo perfectamente previsibles. Al preguntársele sobre la situación del ex dictador, caído en desgracia y purgando cárcel tras un largo proceso judicial, el señor Jungbluth atribuye el hecho al eclipse de nacimiento de Fujimori. Así, nunca pierde. Siempre se cuenta con el salvavidas del eclipse. Consultado sobre el actual presidente, Ollanta Humala, hace referencia ya no a la hora del nacimiento de sus hijas sino a la de su propio nacimiento. Señala que Humala nació a las 3 y media de la madrugada del 27 de junio de 1962, cuando el planeta Quirón se ubicó en la zona más sobresaliente, en la casa 10; añadiendo que dicho planeta hace que las personas sean desorientadas. Y evidenciando que no ha sido contratado por el actual inquilino de la casa de Pizarro, concluye afirmando que Humala nació desorientado, y que no se percibía pues cuando fue militar seguía órdenes. Rematando su despiadado análisis con la frase “Por eso su mujer lo ayuda”. La noche y el día son la natural consecuencia del movimiento de rotación de la tierra. Que si se nace o se hace determinada cosa a plena luz del sol, por la mañana, o envuelto en las tinieblas de la noche, en plena madrugada, resulta bien tirado de los pelos que influya de manera determinante en los buenos o malos resultados que puedan obtenerse. En todo caso, para demostrar una inequívoca correlación, tendría que elaborarse una tabla que registre las horas de nacimiento del interfecto (o de sus hijos, no me quedó claro) y los buenos o malos resultados obtenidos durante su existencia. ¡Pero prescindiendo de los salvadores eclipses, por favor!

miércoles, 10 de octubre de 2012

¡DON CIRO! ¡DON CIRO! ¡RA, RA, RA!

Siempre he pensado que si alguien desea hacer algo verdaderamente trascendental por su país, la vía para conseguirlo debe ser incorporarse a un partido político afín con sus creencias e ideales, y si este no existe, pues fundarlo asociándose con otros ciudadanos que vean en él a un líder y decidan apoyarlo. Ese partido político debe contar con un ideario, con una doctrina. Debe tener una clara visión del futuro que desea para la patria y la manera en que se aspira a lograrlo. Y eso debe ser lo que genere la captación de nuevos seguidores: la doctrina, el ideario, el futuro que se planea para el país y los mecanismos que plantea el partido para alcanzar ese ideal. Estos mecanismos son finalmente el programa de gobierno. Aquello que tanto se reclama de los improvisados líderes que de un buen tiempo a esta parte se lanzan a la presidencia de la república como quien juega un boleto de lotería. Sin tener una doctrina. Sin ideario. Sin filosofía. Sin programa de gobierno. Los partidos políticos tradicionales han aceptado dócilmente su destrucción. No se han enfrentado a quienes planearon y consiguieron su pulverización y su casi total desaparición. Los vapulearon y satanizaron tanto que se llegaron a convencer ellos mismos de su inoperancia y corrupción. Se la creyeron. Tanto lo repitieron quienes se habían propuesto desarticularlos y sacarlos del mapa, que se esfumaron. Se disolvieron. Adiós idearios. Adiós planes y programas de gobierno. Total: si un caudillo mal hablado, sin institucionalidad de respaldo, los había derrotado electoralmente para arremeter desde el poder contra ellos hasta conseguir desaparecerlos, lo mejor era buscar caudillos para enfrentar al que ostentaba el poder y olvidarse de doctrinas, idearios, planes y programas. Por eso es que no sorprende tanto que un ciudadano sin otro pergamino que haberse hecho conocido por su indesmayable persistencia en la búsqueda del presunto asesino de su hijo, fallecido en extrañas circunstancias meses atrás, y que por lo novelesco del caso le dio a este desesperado padre un descomunal acceso a los medios, haya manifestado su disposición para postular en el 2016 a la presidencia de la república. Ni más ni menos. Es un hombre de acción. ¿A qué pedir más? Nadie sabe qué piensa acerca de cuál debe ser el rol del estado en la distribución de la riqueza, o si debe participar en la gestión empresarial. Nadie sabe cuál es su planteamiento para combatir la extrema pobreza, ni si lo tendrá. Tampoco se sabe cuál es su posición respecto al rol que debe jugar el país en el contexto internacional. Su posición respecto al nuevo socialismo que impulsa el gobierno venezolano, o respecto al diferendo marítimo con Chile. Él va a jugar su numerito de lotería. Y si gana, ya sobre el caballo verá cómo va capeando los temporales. Por ahora solo le interesa disfrutar esa posibilidad de constituirse en el nuevo presidente de esta, nuestra querida república.

domingo, 30 de septiembre de 2012

Kuczynski y la complaciente entrevista de “El Valor de la Verdad”

Las 21 “difíciles” preguntas que tuvo que responder Pedro Pablo Kuczynski para ganar en El valor de la verdad fueron: 1. ¿Te gusta comer cuy? A lo que respondió NO 2. ¿Estabas borracho en tu entrevista con Magaly? NO 3. ¿Sentías que hacías el ridículo cuando bailabas perreo? NO 4. ¿Cuando Alan García fue tu alumno, tuvo notas excelentes? NO 5. ¿Te molestó el titular 'Kuchi Kuchi con Kuczynski'? SÍ 6. ¿Vendiste tu casa de playa para financiar tu campaña? SÍ 7. ¿Enamoraste a tu esposa tocándole el piano? SÍ 8. ¿Ser deportado por el general Velasco fue lo más humillante de tu vida? NO 9. ¿Estuvo tu padre en la cárcel? SÍ 10. ¿Te sientes más 'gringo' que cholo? NO 11. ¿Supera tu fortuna los 5 millones de dólares? SÍ 12. ¿Fue el PPKuy un recurso para 'cholificarte'? SÍ 13. ¿Estaba planificado que la mujer te tocara los genitales? NO 14. ¿Realmente gestionaste la renuncia a tu ciudadanía estadounidense? SÍ 15. ¿Te enfureció que Vargas Llosa te pidiera que renuncies en favor de Toledo? SÍ 16. ¿Sigues creyendo que los partidos políticos apestan? NO 17. ¿Sigues convencido de que tu alianza electoral fue un sancochado? SÍ 18. ¿Sigues creyendo que la altura impide que el oxígeno llegue al cerebro de los serranos? NO 19. ¿Alguna vez has consumido drogas ilegales? NO 20. ¿Crees en los resultados de la prueba toxicológica que se hizo Toledo? No se contestó debido a que se tocó el 'gong'. 21. ¿Cuando dijiste que Perú se convertiría en una piscina de whisky y coca, aludías a Toledo? No 22. ¿Te ofendió que 'Techito' Bruce te dijera que sufres del mal de Alzheimer? SÍ Algunas de las preguntas que Beto Ortiz dejó en el tintero: 1. ¿Has favorecido desde la posición que has tenido en el poder a alguna empresa o grupo empresarial haciendo lobby? 2. ¿Rechazaste una propuesta de Toledo para deponer ambiciones personales y unificar sus candidaturas con la de Castañeda en una sola? 3. ¿Respondió tu candidatura a la presidencia a una “sugerencia” del Apra, el fujimorismo o alguna corporación empresarial? 4. ¿Paralizaste las gestiones para renunciar a tu ciudadanía estadounidense inmediatamente después que te enteraste que no habías ganado las elecciones? 5. ¿Tienes o has tenido participación en el accionariado de empresas o grupos empresariales que hacen o han hecho negocios con el Perú?

jueves, 10 de mayo de 2012

EL MÍNIMO VITAL

En las páginas de opinión de “El Comercio” vienen publicándose en los últimos días cerradas críticas a la decisión del actual gobierno de elevar el salario mínimo vital. Se argumenta, en tal sentido, que esta elevación traerá consigo el colapso de las empresas más pequeñas “que no podrán soportar el impacto de estas elevaciones salariales”, el aumento de la informalidad, y el aumento del desempleo y sub empleo, derivado de los anteriores despropósitos. Es obvio que los difusores de estos apocalípticos pronósticos corresponden a subalternos intereses de grupos de poder que a toda costa se empeñan en mantener sus angurrientas ambiciones de enriquecimiento a costa de miserables salarios que acercan a la clase trabajadora no calificada y menos favorecida a niveles de la esclavitud de otros tiempos. Si una pequeña empresa desarrolla sus actividades con márgenes tan paupérrimos que vería peligrar su estabilidad y subsistencia por el impacto de elevar a S/. 750 mensuales el salario de aquellos trabajadores que actualmente perciben S/. 675 por mes no debería estar operando. Ya debería haber cerrado sus puertas, aun antes de que se concrete el incremento al que nos estamos refiriendo. Una empresa tiene siempre mecanismos para contrarrestar el impacto de los aumentos que se registran en determinado componente de sus costos. Y si, como se argumenta, un trabajador que percibe el salario mínimo vital, no le resulta “económicamente rentable” al empresario, la propia legislación vigente lo faculta a removerlo para reemplazarlo por otro que sí satisfaga sus exigencias. Es la ley del mercado. Liberalismo económico puro. Porque no se trata tampoco de favorecer o propiciar el parasitismo de trabajadores ineficientes e ineficaces, que llegan tarde a sus labores, que faltan cuando les viene en gana, que acuden a trabajar bajo los efectos del alcohol o de las drogas, que no realizan su trabajo con la diligencia debida, etc. En todo caso, cabría preguntarse por qué estos acérrimos críticos que esgrimen argumentos de este tipo en contra del aumento del mínimo vital no enfilan sus baterías hacia los bancos, que con bombos y platillos vienen celebrando nuevos multimillonarios aumentos de sus ganancias. ¿No se dan cuenta (o no les interesa ni conviene) que estas exorbitantes utilidades las están consiguiendo por aplicarles injustos y desmedidos sobrecostos a las más pequeñas empresas? ¿Y que sin esos sobrecostos estas mismas empresas (pequeñas y microempresas) no tendrían tantos inconvenientes ni dificultades para elevar los salarios mínimos vitales, no solo hasta los S/. 750 mensuales, que resultan aún insuficientes, sino a niveles que los acerquen un poco más a los de una digna canasta familiar?

domingo, 6 de mayo de 2012

NO SOLO NOS PASA A NOSOTROS

No pretendo con estas líneas complacer resignadamente nuestro extendido complejo de fatalismo y “mala leche” que negativamente anida en nuestra idiosincrasia, hamacándonos en el viejo proverbio “mal de muchos…”. No. La pretensión, en todo caso, es hacer notar que no somos una sociedad tocada por la vara de una invisible y maligna bruja que nos condenó por siempre a no poder disfrutar de algún exitoso y satisfactorio triunfo a nivel nacional. También le ocurre a otras sociedades. ¡Y de qué manera! Hasta los 33 minutos del segundo tiempo, esto es, a doce minutos de la finalización del partido, el equipo de la ciudad de Granada, que lleva el mismo nombre de la ciudad, le ganaba por 1 a 0 al flamante campeón de la renombrada liga de fútbol española, al Real Madrid, que alineaba a la mayoría de sus más rutilantes estrellas, encabezados por Cristiano Ronaldo. Con ese histórico triunfo estaban dejando atrás nada más y nada menos que cuarenta años de no haber podido vencer como locales a su encumbrado oponente. Pero no era solamente eso lo trascendente del memorable triunfo que hasta ese momento venían consiguiendo. También se estaban salvando de la pérdida de la categoría, ya que a falta de una fecha lograban sumar con esa victoria 45 puntos, de modo que aún perdiendo su siguiente partido, frente a otro equipo comprometido con el descenso -el Rayo Vallecano- resultaba inalcanzable por este y el Real Zaragoza (ambos con 40 unidades) y por el Villarreal, que ganando su último partido de la Liga lograría completar 44 puntos. Pero en esos fatídicos 33 minutos del segundo tiempo del encuentro que disputaba frente al Real Madrid, el árbitro del partido sancionó un discutible penal en contra del Granada por una dudosa falta en el cobro de un tiro de esquina contra la estrella Cristiano Ronaldo. Este mismo jugador se encargó de transformar el penal en gol, decretando el transitorio empate. Con él, sin embargo, el Granada llegaba a 43 puntos y prácticamente aseguraba su permanencia en la Primera División, ya que dos de las tres plazas para el descenso estaban anticipadamente cubiertas por el Rácing de Santander, con apenas 27 puntos acumulados y el Sporting de Gijón con 37 unidades. Logrando 43 puntos por su empate con el Real Madrid quedaba en buena posición para salvar la categoría enfrentando en la siguiente y última fecha al Rayo Vallecano, con 40 puntos, al igual que el Real Zaragoza, además de contarse entre los implicados nada menos que el Villarreal con 41 puntos. Pero los granadinos no habían llegado al clímax de su sufrimiento. Increíblemente, cuando se jugaba el tercer minuto de tiempo agregado, luego de cumplidos los 90 de juego, se produjo un autogol que determinó la volteada de partido a favor del Real Madrid, con lo que no solo se esfumó la posibilidad de acabar con los cuarenta años que el Granada no consigue derrotar al Real Madrid jugando en su propia cancha, sino que, al quedarse con sus 42 puntos ve peligrar su permanencia en la categoría, en caso de caer derrotado ante el Rayo Vallecano en la última fecha del torneo español. Pero eso no fue todo, por si no resultara suficiente. Terminado el compromiso, los jugadores del Granada arremetieron contra el árbitro del cotejo, llegando incluso a lanzarle una botella de plástico llena de gaseosa que llegó a impactarle en el rostro. Aun cuando el partido había ya finalizado, el referí expulsó a dos jugadores del equipo granadino que, obviamente, no podrán alinear contra el Rayo Vallecano en la siguiente determinante y última fecha, con lo que sus chances de permanecer en la Primera División disminuyen todavía más. ¿Vieron? No solo a nosotros, los peruanos, nos pasan esas cosas que parecen delineadas por el mismísimo Lucifer.

jueves, 3 de mayo de 2012

EJECUCIONES EXTRAJUDICIALES

Pareciera existir cierta confusión -tal vez malintencionadamente provocada- en el asunto de las posibles ejecuciones extrajudiciales que se habrían registrado en contra de algunos de los terroristas que tomaron por asalto la residencia del embajador japonés en el Perú a fines de 1996, y tuvieron secuestradas a 72 personas hasta abril de 1997, cuando fueron rescatados por comandos del ejército en la denominada operación Chavín de Huantar. Intentando poner los puntos sobre las íes, cabría señalar, en primer término, que aquellos que comentan al respecto “si los ejecutaron después de haberse rendido y encontrándose inermes, está bien. Se lo merecían” tienen pleno derecho a manifestar así su rabia en contra de quienes mantuvieron en vilo a la población del país amante de la paz y la tranquilidad y encarnaron a los grupos terroristas que tiñeron de sangre y luto millares de hogares durante muchos años de barbarie terrorista. Pero eso no puede justificar una ejecución extrajudicial, y si las hubo, los responsables tienen que asumir y pagar su culpabilidad. Por otro lado, manifestarse en este último sentido no implica ser pro-terrorista, ni pro-senderista, ni, mucho menos, estar en contra de nuestro glorioso ejército ni en contra de los comandos que arriesgaron y, en algunos casos, ofrendaron sus vidas al ingresar sorpresiva y valientemente al local para rescatar a los rehenes. Es más. Ningún comando del ejército estaría implicado en este tipo de ejecuciones, de haberse estas producido. Habrían sido perpetradas -en todo caso- por elementos paramilitares que no habrían participado de la impecable operación militar del rescate de los rehenes, sino que habrían ingresado posteriormente con la expresa misión de no dejar terrorista con vida. Al presidente Fujimori debió haberle sabido a chicharrón de cebo que cuando saboreaba el crédito de haber restaurado la paz y casi acabado con la actividad terrorista durante su primer mandato se produjera esta incursión de un puñado de noveles e inexpertos sediciosos del MRTA al mando del terrorista Néstor Cerpa Cartolini. Su Central de Inteligencia al mando de su “asesor” Vladimiro Montesinos no había sido capaz de desarticular el atentado antes de que este se concrete, al parecer -según se especula- por haberse encontrado abocado a otro tipo de actividades, como fisgonear en la vida de políticos de la oposición al régimen fujimorista. Comprensible resultaría entonces su ira y sus deseos de escarmentar a quienes habían osado desafiar a su duro gobierno. Si hubo ejecuciones extrajudiciales y pretenden encubrirse, no se estaría protegiendo entonces la honorabilidad del ejército peruano ni de sus comandos -que no habrían tenido participación ni responsabilidad en tales hechos, de haberse efectivamente producido- sino al poder político detrás de ellas, que en una decisión emanada de la ira y afán de venganza, habría dispuesto que no quede títere con cabeza luego de la incursión. Y si se tuvo el coraje y fortaleza para impartir semejante disposición, debe tenerse la entereza y valentía para asumir después la responsabilidad correspondiente.

lunes, 16 de abril de 2012

CONFUSIÓN Y DESCONCIERTO

Abro mi correo electrónico, como todas las mañanas, después de haber sintonizado a Beto Ortiz entrevistando al general Chiabra y a Carlos Tapia; y me encuentro, entre otros, con dos mensajes interesantes: uno enviado por mi hermana, que reside desde hace muchos años en USA y otro de un ex compañero de trabajo de la década del 70 que de un tiempo a esta parte me hace llegar artículos reproducidos del “Correo” o “La República” virtuales.
El mensaje remitido por mi hermana se refiere a una especie de panacea que se habría dado en Singapur por una supuesta acción de “limpieza” emprendida por un mesiánico general en aquel lejano país que se habría dedicado a fu-si-lar a cuanto indeseable caminara por sus calles “Un militar, con mano de hierro, asumió el comando del país. En seis meses, de cerca de 500 mil presos quedaron, solamente 50. Todos los otros (criminales confesos) fueron fusilados. Todos los hombres públicos (políticos, policías, jueces, magistrados, etc.) corruptos fueron fu-si-la-dos. (Existían miles de pruebas contra ellos). Todos los empresarios ladrones fueron fu-si-la-dos o huyeron rápido del país… Después de haber limpiado el país, reorganizado el sistema político, judicial y penal, este militar convocó a elecciones directas y se lanzó de candidato a presidente. Venció con el 100% de los votos! Hoy, Singapur es uno de los países más seguros para vivir. Es uno de los más desarrollados y es más seguro que los arrogantes Estados Unidos, Inglaterra, o Israel.”
El retrasmitido por mi amigo reproduce una columna escrita por Luis Rey de Castro en la que después de resaltar las inigualables y envidiables bondades con las que la naturaleza nos ha “bendecido” anota, refiriéndose al Perú, “Pero un país desdichadamente primitivo, elemental, ineducado, deseducado, convertido en presa de políticos deshonestos y en botín de desvergonzadas gentes. Un país que ronda por el 88 al 92% de ‘analfabetos funcionales’, es decir, aquellos niños que aprendieron a leer y escribir, a sumar y multiplicar, pero que jamás volvieron a ejercitar esas funciones: no leen más que pasquines escandalosos, miran programas de televisión que son de vergüenza y no piensan en otra cosa que no sea su diversión o su ardua supervivencia, con frecuencia en trabajos indignos. Un país inmensamente pobre en ideas sobre todos los asuntos públicos, carente de partidos y de ideologías que merezcan esos nombres y de un Congreso que no sea una marmita, en la que hierven intereses y contradicciones junto a negociados personales y gestiones delictivas. Un país incapaz de resolver problemas carcelarios y viales, educativos y hospitalarios, municipales y electorales. Un país de mentalidad tan escasa que tolera ‘emperadores’ regionales, capaces de torpedear altísimas inversiones mineras en Cajamarca por defender tres lagunitas intrascendentes; pero no puede impedir que ‘emperadores del oro’ en Madre de Dios produzcan formidables desastres ambientales, envenenando con mercurio y cianuro los ríos selváticos, que son la alimentación de la mayor riqueza que posee Sudamérica: su Amazonía. País lamentablemente pobre en líderes, en soluciones sensatas, en coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace. Paupérrimo en consecuencia entre lo que se dijo ayer y se propone hoy. Pero, en cambio, inmensamente rico en desacatos a la ley, en ignorancia de los reglamentos, en abanicos hechos con la Constitución del Estado (la cual, más que un estorbo es una diversión). ¡Qué enorme riqueza de legislación y reglamentación tiene este país...! Pero no hay ningún peligro: ambas viven protegidas y encerradas en cámaras refrigeradas para que no sufran daño. Buena parte de la felicidad del país consiste en ignorarlas.”
Contrastando ambos mensajes se me ocurre que tal vez la solución pase por aguardar a que llegue al poder un caudillo como el que apareció en Singapur para que fu-si-le a todos estos transgresores de la ley. Que haga una limpia. Pero ¿De dónde tendría que provenir este líder? De seguro que no de nuestras fuerzas armadas. El general Chiabra en su, como siempre, muy histriónica disertación, durante la entrevista de Beto Ortiz a raíz de los recientes lamentables sucesos en el VRAE, aprovechó la ocasión para reclamar por las pensiones de los militares en situación de retiro. No se refirió, obviamente, a los cupos y coimas que se dice percibirían algunos malos elementos por hacerse de la vista gorda con el tránsito de insumos y movilización de mercaderías vinculadas al narcotráfico en las zonas en conflicto. Se refirió más bien a los oficiales en retiro que tienen que velar por sus hijos o nietos con pensiones irrisorias que, de no indexarse, no alcanzarían para nada; como si los cesantes civiles, que no gozan de estos privilegios, no afrontaran los mismos problemas.
Lamentable que en situaciones tan difíciles como las que confrontamos por estos días solo se piense en llevar agua para sus molinos...

viernes, 10 de febrero de 2012

LA LIBERACIÓN DE LOS REHENES DE LA RESIDENCIA DEL EMBAJADOR JAPONÉS

Nadie en su sano juicio y con dos dedos de frente puede criticar la acción militar desplegada por los comandos peruanos que llevaron a cabo la exitosa liberación de los rehenes capturados por huestes de la agrupación terrorista MRTA en la residencia del embajador japonés.

Sin embargo, hay dos circunstancias que los seguidores del dictador Alberto Fujimori, bajo cuya gestión se registraron estos hechos, tratan por todos los medios de encubrir acallando las voces que se alzan para ponerlas al descubierto, recurriendo a la estrategia de escudarse en el prestigio, valor y destreza de los comandos de nuestras fuerzas armadas que tuvieron a su cargo la exitosa misión.

La primera de ellas es el manifiesto descuido e ineficiencia del servicio de inteligencia, a cargo del tristemente célebre Vladimiro Montesinos, al no haber adoptado las elementales medidas de previsión para evitar la incursión de los terroristas, habida cuenta que en la recepción que se realizaría en la residencia del embajador japonés iban a confluir connotados personajes de la vida política nacional, como que hasta la propia madre del presidente de la república estuvo allí, y que al haber sido una de las primeras liberadas evidenció el tinte aventurero y la escasa capacidad estratégica de los delincuentes subversivos invasores.

Está muy bien que se enaltezca y pondere la acción militar conducente a la liberación de los rehenes y la eficiencia y eficacia con la que esta se realizó. Pero eso no debe hacernos olvidar que hubo un censurable y condenable descuido por parte del servicio de inteligencia a cargo de Montesinos, el cual habría estado ocupado más en labores de espionaje sobre los líderes de la oposición al gobierno fuji-montesinista que a investigaciones orientadas a prevenir actos de sabotaje y atentados proyectados por los grupos subversivos.

Una segunda circunstancia igualmente censurable y condenable, de confirmarse su ocurrencia, habría sido la orden de no dejar vivo, bajo ninguna circunstancia, a ninguno de los terroristas que habían osado efectuar la incursión en la residencia del embajador japonés. Obviamente, una orden de esta naturaleza, de haberse efectivamente dictado, habría nacido de un afán de venganza y escarmiento por parte de quienes se habían sentido burlados por un grupete de aventureros. Y quienes impartieron esta orden, de haberse efectivamente impartido, deben afrontar, sin escudarse en la impecable acción de los comandos del ejército, las consecuencias de su insana disposición que habría provocado la ejecución de los delincuentes subversivos luego de capturárseles y una vez rendidos e inermes.

No deben confundirse aspectos políticos con aspectos militares. La acción de los comandos de nuestro ejército merece todo nuestro respeto, admiración y agradecimiento. Pero detrás de ella no deben encubrirse ni la desidia de los servicios de inteligencia al mando de Montesinos, por haber estado más preocupado en espiar a los adversarios políticos del régimen que a las actividades de los grupos subversivos; ni la ejecución extra judicial de delincuentes subversivos una vez rendidos e inermes, nacida de un eventual afán de venganza de dirigentes políticos que se habrían sentido burlados por un grupete de delincuentes subversivos.