LOS NUEVOS HIJOS DE VENEZUELA

Continuando con su autoritaria pretensión de convertir a Venezuela en la nueva Cuba de América, el presidente de esa hermana nación sudamericana viene promoviendo un cambio en cuanto respecta a la patria potestad de los niños, adolescentes y jóvenes que nazcan allí.
Nosotros nos enteramos de esto a través de un audio correspondiente a la grabación de un programa radial que emite la oposición en tierras llaneras que nos hizo llegar por la Internet un familiar que reside en los Estados Unidos de Norteamérica dentro de un correo masivo de los que circulan allí.
Al poner en duda la veracidad y autenticidad del audio en cuestión por lo surrealista de la propuesta del oficialismo y por el sospechoso y hasta ahora incomprensible silencio que sobre este importante y trascendente asunto guarda la prensa escrita y hablada aquí en el Perú, hemos ingresado a la Internet a indagar sobre el tema, dándonos con la triste e ingrata sorpresa que el audio que circula en la red no se trata de un montaje interesado sino de una espantosa e increíble realidad.
¿Pero qué es lo que propone el gobierno del dictador venezolano acerca de los niños de Venezuela que tanto recelo, rechazo y suspicacia provoca?
Pues que, en pleno siglo XXI el prepotente conductor de los destinos de esa hermana república ha desempolvado la vieja y trasnochada propuesta marxista de que la patria potestad de los venezolanos menores de veinte años será ejercida por el Estado a través de las personas u organizaciones en quienes este delegue tal facultad, retirándosela a sus padres. Vale decir, los individuos, los seres humanos, tratados como un factor más del proceso productivo cuyo rendimiento debe optimizarse en aras del desarrollo de la nación, haciendo de tripas corazón los cursis sentimentalismos que promueven a la familia y al amor filial como pilares de la sociedad.
El estado se encargará de canalizar a los individuos, cual robots, hacia las áreas más idóneas de acuerdo al nivel intelectual, destrezas y demás cualidades que el joven demuestre, a juicio de sus tutores. Si el padre de algún niño venezolano se ilusionó al nacer su retoño con verlo convertido algún día en un médico famoso, pues que se vaya haciendo a la idea que tal vez pueda verlo convertido a futuro en el barrendero de su pueblo, por mucha alcurnia y fortuna que luzca su cuna de procedencia, ya que su futuro dependerá de la apreciación que de él se formen los denominados Círculos Infantiles teniendo como sustento “los más altos intereses de la nación”.
Todo este entripado se recoge en el proyecto de ley oficialista, promovido por Chávez, y que debe estar siendo aprobado en estos días por el congreso de Venezuela. El artículo III de este proyecto de Ley dice: “A partir de la vigencia de la presente Ley, la Patria Potestad de las personas menores de 20 años de edad será ejercida por el Estado a través de las personas u organizaciones en que este delegue facultad”. El IV establece que: “Todo menor de edad permanecerá al cuidado de sus padres hasta tanto cumpla la edad de de 3 años, pasados los cuales deberá ser confiado para su educación física y mental así como para capacidad cívica, a la Organización de Círculos Infantiles organismo que por esta Ley queda facultado para disponer la guarda y cuidado de la persona y ejercicio de la Patria Potestad de estos menores”. Y el artículo V estipula: “La Organización de Círculos Infantiles dictará las predicciones necesarias para que todo menor de edad comprendido entre los 3 y 10 años permanezca en la Provincia donde residen los padres y procurando que sea tenido en el domicilio de los mismos no menos de dos días al mes, para que no pierda contacto con el núcleo familiar.
(…) pasados los 10 años, todo menor podrá ser asignado para su instrucción cultural y capacitación cívica al lugar que más apropiado sea para ellos, tomando en cuenta los más altos intereses de la nación. Al Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación, corresponderá hacer todas las predicciones encaminadas al mejor desarrollo físico y deportivo de los menores de edad tutelados por la Organización de Círculos Infantiles”